¡Bienvenida, bienvenido! El cambio inicia aquí... de ahora en adelante

Arthur Conan Doyle escribió “El hombre que ama el arte por el arte, suele encontrar los placeres más intentos en sus manifestaciones más humildes y menos importantes”. Creo que todos apreciamos el arte de la misma forma en que vivimos la vida: encantados por las sorpresas enormes, pero enamorados realmente de lo pequeño y desapercibido, eso que casi nadie ve, pero que toca el alma. Seguramente un tipo de arte te apasiona más que otro, quizás la música sobre el teatro, o la pintura sobre la música, o la literatura sobre la danza. Cualquiera que fuera, sé que has encontrado en al menos una obra un mensaje que te ha conmovido, te ha sensibilizado o te ha hecho pensar diferente. Esa, para mí, es la real belleza del arte, el poder intrínseco de una obra artística, amar el arte por el arte. 

 Regina Brett escribió “Mis padres me dieron la mejor infancia que pudieron. Una mejor que la que ambos habían tenido, combinadas. Ahora que soy adulta, ya no depende de ellos mejorar mi niñez… ese trabajo es solamente mío”. ¿Qué opinas? Para mí, una apuesta entre “culpo a los demás para quedarme donde estoy”, y “los demás hicieron lo suyo, ahora me toca responsabilizarme a mí para salir adelante”. ¿Tú por cuál te vas? Donde te encuentras es el lugar fruto de tus decisiones y de los giros que da la vida. 

Mark Twain escribió: “(él)… habla muy poco. Quizá porque no es muy brillante, y es muy sensible acerca de eso y desea ocultarlo. Es una pena que se sienta así, porque el brillo está en el corazón, allí es donde se encuentran los valores. Ojalá pudiera hacerle entender que un corazón bueno y amable es una riqueza, y mucha, y que, sin eso, el intelecto es pobreza”. Cuando las leí, sinceramente me sumergí en las letras con un sentimiento que no podía explicar. ¿Has conocido personas que tienen un corazón brillante? Que sus acciones, sus palabras, su forma de llevarse con los demás, tienen algo único que te abraza. Yo sí y le agradezco a Dios por su presencia en mi vida. Hay algo que aprender de ellos. Poseen una riqueza enorme: el brillo de su corazón.